Esta frase nace desde la expectativa del primer encuentro pedagógico que trae consigo una serie de acontecimientos, dudas y temores que poco a poco se van aclarando al iniciar esta reunión llamada acuerdo pedagógico; durante esta se puede gozar del beneficio de conocer directivos y docentes que estarán siempre en pro de apoyar esta decisión de continuar estudiando, haciéndote ver como detrás de una carrera que decides estudiar se mueve un gran equipo dispuesto a contribuir con tus propósitos; un componente fundamental de nuestro paso por la nivelación es la Lic. Yamileth Palomeque que a partir de ese momento se convierte en nuestra madrina ya que con su alegría y generosidad nos permite visualizar una imagen clara de lo que se espera durante la carrera y como se va a desarrollar; y nos encamina a saber para donde vamos y la gran inversión que se requiere tanto económico, como de tiempo y responsabilidad, llegando entonces al punto de pensar detenidamente como ha llegado la pedagogía a nuestras vidas y si el que hacer docente que nos identifica es realmente la convicción por nuestra labor, porque solo así se tendría el coraje para alcanzar este nuevo desafío de ser licenciado.
Solos? No lo creo tanto, mirando alrededor encontramos un grupo amplio de estudiantes, cada uno lleno de conocimientos y experiencias que desean ampliar y compartir, una comunidad bastante interesante por su experiencia en el campo pedagógico y que puede ser muy útil a la hora de retroalimentarse pero muy numeroso a su vez, de ahí entonces la sugerencia de llegar a trabajar en “CIPA” o círculos de interacción y participación académica social, muy claro termino si lo vemos desde el punto de vista de ser un grupo para “ hacer las tareas” muy complejo a la hora de asumirlo en su verdadero significado y con sus respectivas características pues profundizando un poco encontramos que los cipas tienen un origen, un objetivo y unas características propias que lo convierten en una herramienta clave de formación académica.
En teoría Los C.I.P.A.S. nacen como parte de la filosofía de los programas de educación abierta y a distancia y como respuesta a los nuevos procesos estructurales pedagógicos, en donde se busca ampliar al máximo el tiempo y los conocimientos; los estudiantes que pertenecen a estos grupos se reúnen durante las noches y dividen estos espacios académicos en dos partes: una primera parte para dudas y otra para adelantar temas de las próximas clases, pero además también tienen su espacio para tomar un refrigerio y hacer sus comentarios sobre los posibles proyectos de investigación que en un futuro deberán hacer y que sin duda impactarán su campo de acción. “Aquí se aprende aprendiendo”, es una experiencia personal, independiente, autónoma y voluntaria; estos estudiantes no tienen maestros, no están regidos, es una total libertad, donde lo único importante es el proceso de aprendizaje; sin embargo, al crear nuestro CIPA y liderar varios encuentros pedagógicos logramos vivenciar que este grupo cumple con unos objetivos mucho más profundos como solucionar problemas, inquietudes y dudas que se generan durante el proceso académico a distancia, así como, aprovechar todos los conocimientos y habilidades que poseemos.
Para que Los CIPAS apoyen verdaderamente la formación académica deben realizarse encuentros donde todos sacan a relucir lo que saben, convertir esto en una ayuda mutua de tal manera que en cada encuentro se aprenda una cosa nueva, y así interesarse más por seguir reuniéndose.
Una gran ventaja en este curso de nivelación y en especial de este CIPA es que está conformado por personas muy responsables y maduras, que quieren ser profesionales y por eso trabajan, no son niños que acabaron de salir del colegio, son personas que ya han tenido cierta experiencia en la vida administrativa y que sacan un espacio de su tiempo en las noches para seguir aprendiendo.